Fructosemia... y otras cosas

Fructosemia... y otras cosas

martes, 8 de enero de 2013

Artículo interesante

Mas por la referencia y reconocimiento que se hace al hecho incuestionable de la falta de consideración que se tiene para con nosostros, siendo perfectamente legal la ocultación de ingredientes en los etiquetados.
Repito, el artículo no es gran cosa, pero yo leo todo lo que encuentro respecto a la fructosa y por consiguiente lo comparto.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013/01/08/la-sustancia-oculta-que-ponen-en-los-alimentos-para-que-comas-mas-112145/

viernes, 14 de diciembre de 2012

Lo general y lo particular. 2.- Verde que te quiero verde

2.-  La cuestión verde.  La verdura es lo que mas añoro con diferencia.  Es cierto que las frutas de hueso me parecen muy apetitosas  pero ya de siempre notaba que algo no iba bien en mi estómago cuando tomaba fruta, de modo que no consumía mucha.
En cambio la verdura siempre me ha gustado, en cualquiera de sus versiones,  así pues  la echo mucho mucho de menos.
 
El punto dos de estas recomendaciones indica claramente como debemos tomarla, pero una vez  más, mi particularidad no está de acuerdo.
La lógica es clara, si el azúcar de la verdura queda en el agua, está claro que no debería tener problemas con ella, pero a mi me sienta mal, me hincha y me incomoda el abdomen durante horas, cosa que por el contrario no ocurre si me la tomo cruda, en ensalada, aunque eso sí, en cantidades moderadas, una o dos veces por semana y por supuesto, en número limitado.
En este sentido, he descubierto los canónigos, que por alguna extraña razón, me sientan divinamente.  En mi dieta ya solo entran estos,  las espinacas, y como descubrimiento final, LOS GRELOS.
Esta es una verdura tipicamente gallega, (quién no ha oído hablar del ´"lacón con grelos"), que en su versión "normal" son una auténtica lata de cocinar, pues hay que lavarlos mucho y cocerlos durante un periodo de tiempo largo.  Se trata de verdura un poco amarga y dura, reconozco que no le gustan a todo el mundo, pero bien cocinados, son muy sabrosos.  Sus propiedades nutricionales son muy amplias, pero sobretodo no tienen fructosa y lo último es que  se comercializan congelados y enlatados, con un sabor mucho mas agradable.  Como guarnición son muy recomendables,  solos o bien en revuelto, con unas gambas, con un poco de arroz cocido o quinoa (yo no añado huevo para que resulte mas ligero) acompañan muy bien y son una estupenda alternativa. 
Animaros a descubrir esta verdura, os llevaréis una sorpresa.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Disculpándome.

Hacía meses que no publicada nada y durante todo este tiempo he recibido correos y comentarios de lectores que han buscado en este blog respuestas, ayuda, compañía....y lo han encontrado.
Todos y cada uno de ellos me han felicitado y me han animado a seguir  con esto.  Sus palabras han sido un estimulo enorme y no tengo manera de expresar por escrito lo que ha supuesto para mi este reconocimiento y este ánimo. 
Sin embargo, en ocasiones, los avatares de tu vida personal te absorven al cien por cien y vas abandonando tareas, priorizando horas y momentos.  De ahí que aparcara durante un tiempo este proyecto y aquí surge mi petición de disculpa a todos los que me han escrito y no han recibido respuesta, ni pública ni personal.
No pasó un solo día sin recordar que tenía aquí una cuestión pendiente, que había correos sin contestar y que, si tenía que dejarlo, al menos había que despedirse de algún modo, por respeto a los lectores y por educación.
De momento aquí sigo, HOY DISCULPANDOME, en unos días, con mas cosas.
 
 

No hay dos sin tres

Mis temores se han cumplido.  Se ha confirmado que mi hija pequeña comparte con su hermana y conmigo nuestra malaabsorción a la fructosa, si bien parece que su virulencia no es tan fuerte como en nuestro caso y pendiente aún de saber que pasa con el sorbitol.
Está a punto de cumplir los quince y es una niña muy deportista, lo cual añade un plus de preocupación al tema ya que no espero nada del médico que nos atiende y mi única esperanza es la dietista de la que ya hablé en su momento.
Estoy un poco descorazonada, los síntomas empezaron a ser bastante claros hace unos meses pero esperaba que este diagnóstico no se produjera, que fuera una falsa alarma y nada más.  Un poco ilusa si que fuí y la realidad, aunque esperada,  no ha dejado de ser menos impactante. ahora solo nos queda encajarlo otra vez y no dejarnos vencer.
Adelante.

viernes, 8 de junio de 2012

Niños y adolescentes.

Esta es una situación difícil para un adulto, como todos sabemos, salir a cenar un sábado, tomar algo con los compañeros después del trabajo, puede convertirse en un amargo momento para nosotros.  Además, muchas veces tropezamos con la "difícil comprensión" de los que nos rodean, pues no siempre se entiende bien que, por ejemplo,  la forma de cocinar una carne te pueda suponer un tormento de varios días.  Como ya comenté anteriormente, todo el mundo sabe y comprende a un celíaco, pero no a un fructosémico, la carga cultural de la dieta mediterránea nos persigue de forma implacable.
¿Y que pasa con los niños?  Para ellos es doblemente difícil, viven rodeados de "comida basura", auténticas barbaridades culinarias que les hacen muy muy complicado su día a día, a lo cual hay que añadir su carga de trabajo: estudios, deportes, actividades...
Yo tengo dos hijas adolescentes, de la cuales es la mayor, de momento, la que ha heredado mi problema y voy a relatar muy brevemente su historia porque demuestra el grado de ignorancia y de improvisación que se respira con este tema.
Poco después de mi diagnóstico, ella empezó a revelar síntomas y malestares que me sonaban demasiado de modo que me salté algunos pasos y me  fuí directa al especialista mas reputado en mi ciudad.  Su primera opinión fué "acidez de estómago".  Mi hija, con muy buen criterio, le explicó educada y claramente que no tenía tal cosa, momento que yo aproveché para indicarle al médico que si yo tenía lo que tenía y era hereditario, ¿no sería lo más lógico empezar por ahí?  Finalmente, conseguí que le hicieran las pruebas que establecieron malaabsorción a la fructosa e intolerancia total al sorbitol.
Pese a que ya contaba con mi propia experiencia, la diferencia entre ambas me resultaba evidente, por edad, ritmo de vida... ¡no así al galeno! que no le dió mas importancia, hasta el punto de decirle a la niña que "buscara un dieta por Internet".
Una  nutricionista a la que visité después me dijo textualmente, y cito:
.- "Mi marido no toma verduras nunca y está fenomenal"
Increible, pero cierto. 
Mi preocupación iba en aumento, pues mi hija acusó muy pronto el cambio de alimentación.  Con la primera fase su sintomatología mejoró en un sentido para aparecer otra distinta, pues perdió energía y su rendimiento general cayó en picado.  Ganó peso y yo no dejaba de preguntarme que pasaba con la ausencia de vitaminas y minerales necesarios en el crecimiento y desarrollo de un crío. 
Nunca olvidaré la primera conversación que tuve con Rosa.
Es bióloga, especialista en nutrición e higiene alimentaria y me entendió desde el minuto cero.  Fué la primera que me habló de la glucosa pura, (una inyección de energía para un deportista), del ácido fólico, de la vitamina C y la primera que me dijo como distribuir una comida dentro de nuestras limitaciones.  Cuando yo no sabía muy bien como explicarle lo que quería, ella me dijo "lo que estás buscando es un protocolo alimenticio" y yo ví el cielo abierto.   Casi rompo a llorar.
Y esta es la cuestión, armarse de paciencia hasta encontrar ese profesional que se tome en serio el problema y no recurra a las dietas tipo por no molestarse mas de lo habitual.  Y siempre, siempre, observar y analizar los propios síntomas y actuar en consecuencia, ya sabeis, lo general y lo particular.
Quiero aprovechar para saludarla y decirle una vez más, gracias, gracias, gracias Rosa.
es-es.facebook.com/pages/NhIA-nutrición-e.../387524564597182?...

jueves, 24 de mayo de 2012

¿Por qué nunca estamos? (2)

Esta es una breve entrada para ampliar aquella otra, y es que no he podido resistirme.  
Me ha llegado el siguiente enlace
Es una tienda de alimentos que se define como especialista en personas con alergias e intolerancias.  La página es excelente en todo, presentación, navegación, es intuitiva y fácil de manejar, muy completa en sus contenidos y en los productos para alérgicos, en fin, todo un hallazgo en la red.
Vaya por delante que quiero felicitar a los autores de esta iniciativa, la posibilidad de comprar on line además, es una ayuda impagable, solo espero que yo pueda hacerlo en algún momento, porque una vez mas los fructosémicos no estamos.
Nada, ni estamos ni se nos espera. Lástima.

Lo general y lo particular. 1.- La cuestión dulce.

Las primeras recomendaciones sobre  comida que me dieron, en principio, me fueron útiles, basicamente porque estaba empezando y no tenia ni idea de qué comer y como comer.
Con el tiempo , sin embargo, he de hacer algunas observaciones, que por supuesto y como no me  canso de repetir, son absolutamente particulares.
Con el punto uno no puedo estar mas en desacuerdo, incluso puedo decir que mis apetencias en este sentido han dado un giro de 360 grados. y tengo que hacer notar que esto me ocurre tanto con lo dulce como con la fruta y otros alimentos que antes no ingería de manera asidua y hoy se han convertido en una tortura para mi olfato. 
Luego está, claro, la cuestión del paladar, que no es cuestión baladí, ya que la monotonía de sabores en nuestra alimentación es tal, que llega un momento en que la necesidad de cambio se impone.  Total, que aversión a esto o aquello, nada de nada, todo lo contrario.
En este sentido, he descubierto algunas cosas que a mi me ayudan bastante.  A saber:
1.-  La cuestión dulce.  Yo tengo días de bajón físico y psicológico en los que solo me recupero comiendo algo dulce, osea, algo con azúcar de verdad y no con otros sustitutos.  Son días muy esporádicos, y sé bien que si me excedo,  lo lamento despues, pero no tengo otra salida.
No obstante, hay engaños sabrosos que ayudan a mejorar estas situaciones.  La STEVIA, por ejemplo.  Esta es un planta usada desde tiempos inmemoriales por los indios sudamericanos con un gran poder edulcorante y que podemos adquirir  en formato pastillas como la sacarina. en formato polvo como el azúcar de toda la vida, incluso en líquido, aunque tengo que decir que es bastante mas cara.  Tiene a su favor que es muy muy edulcorante, es decir, que con menos cantidad endulzas igual o más y sobretodo, que no tiene ni una caloría, lo que a nosotros nos viene de perlas.
No he cocinado con ella pero la he calentado como para hacer caramelo y en principio pareció comportarse como el azúcar normal.
Otro producto a tener en cuenta es la glucosa pura, apta para fructosémicos y que yo compro por encargo en la farmacia.  Tiene el inconveniente de su manipulación, se endurece con los líquidos y tarda mucho en disolverse.
Luego están las cosas envasadas.  En su enorme mayoría nos están vedadas por sus edulcorantes, pero algunas marcas ya están empezando a tenernos en cuenta, gracias a Dios.  En concreto yo recurro con alguna frecuencia a la variada gama de galletas sin fructosa ni sorbitol ni otros azúcares que la marca Gullón tiene en el mercado, si bien es cierto que llevan isomalt y maltitol que tampoco son muy recomendables, pero  a mi, en pequeñas cantidades y no todos los días, no me sientan mal.  Eso sí, sospecho que engordan un poquito, probablemente debido a las diferentes grasas que contiene, hay que dosificar porque para nosotros perder kilos es bastante mas complicado que para el resto del mundo. (Y OJO, contienen trazas de leche)
Otras marcas como Diet nature, Special Line del Corte Inglés y como no Mercadona,  también tienen productos en esta línea, aunque repito, siempre siempre debemos leer los ingredientes y probar, la observación de nuestro propio cuerpo es el mejor método de trabajo, aunque en ocasiones nos derive en un malestar mas o menos prolongado.
A todo lo dicho tengo que añadir que uno de los síntomas de esta intolerancia y una de las consecuencias de la ingesta de estos y otros alimentos, es la diarrea continuada.  Bien, pues yo padezco desde siempre un estreñimiento que ha terminado siendo crónico, una de mis llamativas particularidades dentro de lo general.
Y para saber algo mas, de nuevo aquel libro que tanto me ayudó y que sigo consultando.  Por cierto, tiene algunas recetas interesantes, aunque es cocina alemana y se nota.